14 Oct Interview with Gastón Scayola, President, Instituto Nacional de Carne (INAC), Uruguay
Uruguay suele ser descrito como referente de carne de res alimentada con pasto y trazada. Desde su perspectiva, ¿cuáles son las principales ventajas competitivas que diferencian la carne uruguaya de competidores regionales como Brasil y Argentina?
Uruguay es un país que se ha especializado, desde sus orígenes hace 400 años, en la producción de ganado y producción de carne. También tenemos la ventaja de que somos un país pequeño. Entonces, respecto a Argentina, que tiene razas de ganado similares a las nuestras, nos favorece el hecho de ser un país pequeño. Y respecto a Brasil, que tiene una capacidad de producción enorme, tiene razas que no son específicas para carne o que no están tan reconocidas a nivel mundial de calidad. Brasil tiene razas sindicas que no son las mejores, pero tiene por escala unos costos sumamente competitivos. Uruguay, en cambio, tiene esa raza mejor, aunque no es tan competitivo como Brasil. Ese es el punto de partida: nuestro tamaño.
Por otro lado, Uruguay ha implementado determinados bienes públicos que nos hacen distintos de Argentina y Brasil, y de otros orígenes de carne. Por ejemplo, yendo más a los aspectos de la carne, Uruguay tiene un sistema de trazabilidad del 100% de su stock ganadero, y puede rastrear y hacer el seguimiento de todos y cada uno de sus animales. Ningún otro país en el mundo puede ofrecer eso. Eso nos da un control y una seguridad enorme.
Otro tema: Uruguay se ha caracterizado desde siempre por producir de forma natural y a cielo abierto. No solamente estamos hablando de forma natural y cielo abierto, sino además cuidando las pasturas naturales y los pastizales naturales de Uruguay. Por lo cual, por más que se hayan hecho para alimentar al ganado, podemos afirmar que se han mantenido las especies autóctonas. Esto ha hecho que Europa nos identifique como países de bajo riesgo de deforestación, igual que a Chile, lo cual es una distinción no menor. Entonces: natural, sin deforestación.
Tercero: desde el año 1962 está prohibido, por ley, el uso de hormonas y antibióticos en dosis que puedan implicar una promoción de crecimiento. Carne libre de hormonas.
La otra particularidad que existe, que nos diferencia de todos los países productores, es que existe el Instituto Nacional de Carnes, que regula todo el complejo productivo de punta a punta. En la misma mesa se sientan tres representantes de todas las industrias de carne, tres representantes de asociaciones de productores y representantes del gobierno. El presidente lo nombra el Ministerio de Ganadería; al vicepresidente, el Ministerio de Industria. Y en esa mesa se definen todos los temas más relevantes de la carne. Ese organismo es responsable de la promoción al exterior y de asegurar la calidad comercial.
A nivel mercado, Estados Unidos se ha convertido en uno de los principales mercados de crecimiento de Uruguay, pero las exportaciones están limitadas a un contingente arancelario de 20.000 toneladas. ¿Qué estrategia está haciendo Uruguay para maximizar su presencia a pesar de esta restricción?
El mercado americano es sumamente importante para Uruguay. Estados Unidos produce carne con alto contenido de grasa. Nosotros producimos carne con menor contenido de grasa, por lo que somos un complemento natural para Estados Unidos, ayudando a nivelar.
Es un mercado sumamente relevante para Uruguay, pero estamos limitados a entrar sin impuestos solamente con 20.000 toneladas de producto. Ahora bien, nuestro producto es tan importante para el mercado americano y la necesidad del mercado estadounidense es tan relevante que, a pesar de que por encima de las 20.000 toneladas debemos pagar impuestos, igualmente Estados Unidos compra mucho más que esa cantidad libre de impuestos.
También sabemos que Australia tiene una cuota muchísimo más grande que Uruguay y también la utiliza. Por lo tanto, es un mercado relevante, y queremos, mediante negociaciones futuras, poder ceder un mayor volumen sin impuestos, para poder continuar con este intercambio de calidad.
Con la creciente competencia de Brasil y Australia en el mercado estadounidense, ¿dónde cree que Uruguay se consolidará? ¿En su segmento más defendible de carne de res, el consumo masivo o las líneas premium de marca?
En términos de volumen, inevitablemente son los volúmenes para hamburguesas masivas. Allí competimos con Australia y Brasil. Nos distinguimos de Brasil por la seriedad, la confiabilidad, la fuerza y la transparencia que el Instituto Nacional de Carne brinda, lo que da un valor extra al consumidor y al comprador.
Ahora bien, también vamos a los nichos de alta calidad. Ahí, el hecho de ser libre de hormonas, natural y provenir de razas británicas nos diferencia de Brasil y nos permite acceder a esos mercados.
El rol del INAC supervisa la regulación de la carne uruguaya y la eficacia de sus iniciativas a nivel extranjero. ¿Qué alianzas mantiene INAC con importadores, minoristas y accionistas estadounidenses para garantizar que la carne de res uruguaya mantenga visibilidad y credibilidad?
Nosotros participamos en Estados Unidos y en otros mercados mediante eventos y ferias de promoción que se realizan en distintas partes del país. En determinadas ferias internacionales, tenemos participación: montamos nuestros stands y promocionamos la carne uruguaya.
En octubre, por ejemplo, tenemos un evento relevante que se realiza todos los años en América, la MICA, Meat International Council of America, donde se juntan todos los importadores estadounidenses y los principales exportadores —Australia, Uruguay, Brasil y Argentina—. Allí se generan instancias de participación directa.
Además, hacemos actividades independientes de ferias y eventos de importadores y exportadores, con algunos frigoríficos que tienen clientes de alto nivel en distintas regiones. Realizamos proyectos de promoción conjunta y vamos a grupos de chairs en cadenas de hoteles, donde promocionamos la carne uruguaya.
En estas iniciativas participa el sector privado haciendo su trabajo, mientras que INAC apoya como institución, impulsando la marca país y su difusión.
De cara al futuro, ¿cuál es la proyección de INAC para los próximos cinco años? ¿Se enfocará en el acceso a nuevos mercados, profundizar la penetración en los existentes, como el estadounidense, o invertir más en productos de valor añadido y marcas?
Nosotros creemos que generar productos de más valor o menos valor no depende tanto del tipo de animal, sino de los cortes que se destinan: cada animal tiene cortes que van al sector de alto valor y cortes que van más al mercado commodities.
Primero, tenemos que trabajar en conseguir más cuotas sin aranceles para profundizar nuestra presencia en el mercado americano. La competencia con Australia, en términos de cuota, es muy fuerte. Queremos seguir fidelizando al público estadounidense y no depender tanto de las condiciones del mercado de productos commodities.
Nuestro objetivo es generar fidelización entre el público americano de poder adquisitivo medio y alto que busca consumir productos saludables. Por eso, la promoción de productos saludables es de especial interés para nosotros.
Si además podemos agregar valor y venderlos en porciones o listos para consumir, genial. No obstante, ese no es el fuerte de Uruguay, porque nuestra mano de obra no es de las más baratas. Sin embargo, apuntamos a los segmentos de mayor poder adquisitivo. Europa y China también son mercados importantes para este enfoque.
¿Cuál sería el mensaje a los lectores y potenciales inversionistas, accionistas estadounidenses?
El principal mensaje es que Uruguay es un país serio, confiable y transparente al momento de hacer negocios. La transparencia de la información y el control de todo el sistema productivo lo garantiza el Instituto Nacional de Carnes.
Tenemos información absolutamente completa de todas las compras y ventas de ganado, así como de otros datos relevantes, que son públicos. Este país y este instituto aseguran el cumplimiento de los compromisos, producen carne saludable y están dispuestos a trabajar junto con el público americano, promoviendo y llegando a aquellos nichos que buscan productos de mayor valor y dirigidos a consumidores de mayor poder adquisitivo.