Interview with Carmen Porteiro, President, Unión de Exportadores del Uruguay

Interview with Carmen Porteiro, President, Unión de Exportadores del Uruguay

 

¿Cómo ha evolucionado el panorama exportador de Uruguay desde que asumió el cargo, particularmente en términos de diversificación más allá de las exportaciones agrícolas tradicionales?

Estoy en el cargo desde fines de septiembre del año pasado, así que es bastante reciente. Acabamos de tener la asamblea de socios; la presencia es por dos años en una primera instancia. La realidad es que han sido unos meses de un dinamismo increíble en lo que va del 2025. Llevamos un crecimiento de las exportaciones al cierre del 31 de agosto del 5,4%. Eso es un incremento significativo en todo el año calendario 2024. Habíamos crecido en torno a un 13%, casi llegando a un pico histórico de las exportaciones de Uruguay.

El crecimiento en 2024 fue tan importante porque 2023 había sido muy afectado por el factor de sequía, y además en 2024 tuvimos la producción a capacidad completa de una nueva planta de celulosa que se instaló en el país. Esos fueron los dos factores principales que hicieron que 2024 fuera tan bueno para las exportaciones de Uruguay.

Cuando comenzamos en 2025, las proyecciones del Instituto Uruguay estimaban que las exportaciones iban a crecer en torno a un 2%, y realmente, con todos los cambios y las turbulencias internacionales, tuvimos bastante duda sobre poder materializar ese crecimiento. Por supuesto, nos faltan cuatro meses del año para ver si podemos consolidar este 5,4%. Esperamos que sí. En mayo, tenemos nuestro evento principal donde celebramos el cumpleaños de la Unión de Exportadores. Para dar contexto: la Unión agrupa exportadores y empresas que orientan servicios a la exportación. Tenemos empresas grandes y pequeñas, y representamos aproximadamente el 80% de las exportaciones en dólares de Uruguay. Si hacemos una evaluación con perspectiva histórica, las exportaciones de Uruguay en 20 años han cambiado en su matriz, tanto en cuanto a productos como en cuanto a destinos. A inicios de los 2000, estábamos hablando de casi una distribución en la que había sectores que tenían más peso, productos primarios que tenían más peso. En este ciclo, en estos 20 y pico de años, aparece el tema de la celulosa y se consolida como principal exportación; también se consolidan las exportaciones de soja, y se abren muchísimos mercados, lo cual nos hace estar muy distribuidos, algo vital y fundamental para nosotros.

Desde la Unión promovemos una agenda del sector exportador, donde el grupo número uno es la inserción internacional de Uruguay, con lo cual este es un factor fundamental para nosotros.

 

Hemos visto también que empresas como ConProle y UPN son reconocidas por su excelente trayectoria; ¿como apoya a las empresas gigantes consolidadas y, al mismo tiempo, impulsa a las exportadoras emergentes?

Desde la Unión tenemos un diverso espectro de servicios que ofrecemos. Algo que es válido es que nosotros llevamos el SOS Exportador —lo llamamos así porque cualquier empresa puede acceder—. Somos grandes articuladores del sector público y privado, además de construir agenda entre todos; es un trabajo extremadamente colaborativo.

La Unión tiene grupos de trabajo y consejos directivos. En el Consejo Directivo, por ejemplo, que se acaba de conformar, estaban miembros de las principales empresas que hoy mencionaba y son parte del Consejo. De esos consejos surgen las áreas prioritarias para el trabajo a largo y mediano plazo.

Tenemos grupos de trabajo específicos de distintas áreas. Por ejemplo, tenemos un grupo de trabajo para costos de producción, un grupo de trabajo para conectividad, un grupo de trabajo que puede ser de conectividad aérea y portuaria. Tenemos un grupo de trabajo para sostenibilidad y otro de innovación. Todas las empresas socias son incentivadas a participar, donde se ven los temas más finos de la agenda. Es como una bajada de los grandes titulares de los consejos directivos, y se define cómo vamos a organizarnos con cada cartera ministerial y cuáles son los temas a los que vamos a dar seguimiento e hincapié.

En estas reuniones de trabajo surgen también las reuniones que vamos a solicitar con cada cartera, sea de temas muy significativos para evaluar con el ministro o temas más operativos. El SOS Exportador existe porque, en muchísimos casos, surge la necesidad puntual y exclusiva de una única empresa que está atravesando quizá una coyuntura; por ejemplo, tiene un expediente trancado que le resulta vital para una exportación, y nosotros lo acompañamos o vamos a ese ministerio o dependencia para facilitar su resolución.

 

¿Qué tendencias en sostenibilidad e innovación están moldeando actualmente las oportunidades para las exportaciones uruguayas, específicamente con el programa de “Ser Sostenible” que tienen?

El sello de gestión sostenible está, este año, en su tercera edición. Para nosotros, es la muestra clara del trabajo colaborativo en el ecosistema exportador de Uruguay. La unidad en su momento se llamó de medio ambiente y fue cambiando de nombre; hace casi 15 años que este tema está en la agenda de la Unión de Exportadores. Cuando no estaba tan sensibilizado, se buscaba sensibilizar al ámbito público y a todas las empresas sobre los temas que hoy llamamos de sostenibilidad. Ya se empezaba a ver que empresas puntuales, por clientes o por otras cuestiones, comenzaban a cuestionar y preguntar sobre sostenibilidad, y teníamos que brindar información para proveerles. Ahí decidimos formar un grupo específico y diseñar un manual sobre lo que estamos viendo como mejores prácticas y cómo podemos implementarlas. Porque cuando hablamos de sostenibilidad, es un tema tan grande que puede ser abrumador, y en materia de exportación en Uruguay hay una gran cantidad de pymes que necesitan apoyo.

Las grandes empresas pusieron a disposición a sus técnicos; se armó un equipo técnico y asesor voluntario para volcar ese conocimiento, junto con el laboratorio tecnológico de Uruguay. Queda toda la sistematización para que esto pueda ser auditado y trabajado en escalas, desde que la empresa inicia su trabajo, los pasos para obtener el nivel uno del sello, cómo pueden ir creciendo y cómo podemos acompañarlas para que desarrollen nuevas habilidades y requerimientos hasta llegar a un nivel cinco, que es cuando ya pasaron varios ciclos de mejora continua en sostenibilidad, medio ambiente, gobernanza y aspectos sociales.

Además, se han realizado trabajos colaborativos muy interesantes. Tenemos una matriz energética sostenible, y la necesidad que veíamos era, en la interna de las empresas privadas, sistematizar y colaborar en el desarrollo de determinados factores que podrían estar afectando su desempeño o que necesitábamos organizar para mostrarnos al mundo de la mejor manera; por ejemplo, respeto a los derechos humanos, que para nosotros es moneda corriente, pero debemos sistematizar la información para que el sello sea válido y viable.

Realmente es un factor de orgullo para nosotros, porque el 20% de las exportaciones de Uruguay proviene de empresas que tienen el sello, y eso es muy importante para nosotros.

En materia de innovación, este es un nuevo pilar que estamos desarrollando. El foco que hemos puesto en esta primera instancia de 2025 es de sensibilización: estamos realizando uno o dos encuentros al mes de lo que llamamos “30 minutos de innovación”, para exponer a las empresas a conceptos clave en materia de inteligencia artificial, protección de datos personales, tecnologías disruptivas que están apareciendo y que pueden cambiar la forma en que hacemos negocios o determinadas partes del proceso productivo. Esa es la manera en que la Unión se acerca y trata de llevar el conocimiento a las empresas. Esto ya tiene una hoja de ruta de crecimiento de la inversión y de la posibilidad de nuevos servicios que vamos a brindar a las empresas, incluyendo el armado de una hoja de ruta para la exportación.

 

Y ahora, con este acuerdo histórico que se ha firmado con Mercosur, ¿cómo ve los marcos comerciales? ¿Cómo va a utilizar ese potencial exportador el acuerdo?

Nosotros apostamos y apoyamos el crecimiento de nuestros mercados potenciales. Obviamente, el acuerdo con Mercosur nos abre un mercado con una cantidad de consumidores muy importante; es uno de los factores.

Las exportaciones uruguayas venían siendo muy marginales en esa región, en parte porque las tarifas y los aranceles son significativos. Por lo tanto, este trabajo y este acuerdo esperamos que sean un marco muy importante para dinamizar las exportaciones hacia esa región. Siempre pensamos en el desarrollo puntual de productos, pero también en las posibilidades de inversión que se pueden generar al respecto. Creemos que esos acuerdos siempre pueden traer de la mano iniciativas e interés para la inversión.

Nosotros estamos convencidos de que, en Uruguay, nuestro motor para el crecimiento es la exportación, y para eso necesitamos inversión local y extranjera directa.

 

Uruguay actualmente exporta a más de 160 destinos; en la última década se sumaron 55. ¿Cuáles son los nuevos mercados prioritarios y cómo promueve su asociación una mayor diversificación?

Nosotros trabajamos muy de la mano con Cancillería, y en particular, ya sobre el cierre de la administración pasada, y en esta, hicimos un relevamiento con cada uno de los exportadores sobre cuáles podían ser sus destinos objetivo para las instalaciones actuales, pero también sobre las cadenas que estén invirtiendo para ampliar su capacidad de producción. Analizamos cuáles son los mercados aspiracionales, porque no es sólo una cuestión de aranceles, sino que también tiene que ver con regulaciones, por ejemplo. Ahí hicimos un trabajo detallado, y aparecen todo tipo de mercados: desde Centroamérica, Guatemala, por ejemplo, hasta Indonesia y otros mercados asiáticos. Realmente, hay interés y hay movimiento exportador hacia todo el mundo.

 

La Unión de Exportadores colabora con Uruguay para ayudar a inversionistas y exportadores extranjeros. ¿Qué herramientas de apoyo, como la Línea Verde, la Vía Rápida o la Ruta de Portadores, están generando el mayor impacto?

Realmente son varios factores. Hay mucho trabajo que, de repente, no es visible: recibir al interesado en invertir para explicarle de primera mano y contarle cuáles son los procesos para conectarlo. Ese trabajo de networking es importante, así como acercarlo a empresas locales, asesores o a nosotros mismos, organismos gubernamentales, para facilitarle los procesos.

Hay un trabajo que creo que va a tener mucho impacto a futuro, que es el que se está haciendo para el desempapelando del Estado y una nueva plataforma, que es la Ventanilla Única de Inversiones. Con eso estuvimos trabajando mucho, para acercar a quienes están desarrollando esta plataforma a cuál es la experiencia del exportador.

Por ejemplo, la COMAP es una herramienta que ha tenido un gran impacto y ha sido determinante para la instalación de ciertas industrias clave en el país. Entonces, se trata de mejorar sus procesos de aplicación y seguimiento: la información típica está en el exportador que ya lo intentó, que ya presentó sus proyectos, que tuvo su aprobación o que pasó por vueltas y retrasos para ser aprobado. Ahora está el proceso de seguimiento y de volcar todo este conocimiento para identificar cuáles son los cuellos de botella en el proceso.

Todo ese trabajo, que es tras bambalinas, nos va a dar buenos frutos para mejorar la experiencia de llegada del inversor.

 

De cara al futuro, ¿qué sectores como el tecnológico, el biofarmacéutico o las industrias verdes considera como la próxima frontera para exportar a Uruguay?

La realidad es que el sector de servicios viene con una expansión muy interesante, porque es el principal mercado y apostamos a que sea muchísimo mayor. Para eso tenemos que transitar temas principalmente de captación y desarrollo de talento, y estoy convencida de que para eso tenemos otra línea de trabajo: la conexión con la academia. Para nosotros es fundamental el trabajo directo, y estamos haciendo una inversión en tiempo y energía muy fuerte entre la academia nacional y nosotros, para que haya mucho contacto.

Pero no sólo en términos de trabajo de dirección: ir a nosotros y estar con los chicos. Yo lo he hecho personalmente, en primer lugar porque lo disfruto y, además, porque es importante que ellos tengan de primera mano de qué van a trabajar, qué van a hacer, cómo funciona el mundo exportador y que, hagas lo que hagas, pienses en el mundo. Creo que son conceptos que nosotros tenemos la responsabilidad de volcar: esa capacidad de captar talento, de desarrollarlo y de transmitir cuáles son las habilidades y conocimientos importantes hoy, y que se van a desarrollar más a futuro.

Es un interrogante para nosotros también el área de la tecnología. En el último Almuerzo de la Exportación, dijimos: queremos exportar innovación, pero también innovar en nuestras exportaciones. Creemos que es aplicable a todos los sectores; se viene trabajando mucho la innovación, pero de esto se pueden desarrollar sectores que ni siquiera conocemos.

En todo lo que venimos hablando con las autoridades, lo que les transmitimos es que es súper importante que estos nuevos desarrollos crezcan con el conocimiento que nosotros podemos transmitir, para que una empresa innovadora que va a desarrollar un medicamento de vanguardia o una vacuna sepa lo que va a necesitar para ponerlo en el mercado. El conocimiento del científico, que es indispensable, debe ir de la mano con el conocimiento del empresario, que ha estado en distintas áreas y puede vislumbrar y abrir el camino. Por eso hacemos mucho énfasis en el trabajo colaborativo.

 

A nivel de resiliencia, ¿cómo mantienen los grandes exportadores la reputación de Uruguay como proveedor global confiable durante interrupciones logísticas o externas, como huelgas, por ejemplo?

Para poner un caso específico y real, en breve viene el sindicato del puerto para hablar de los temas de conectividad para nosotros. El diálogo es indispensable; está en la primera hoja de nuestro libro y es la forma de resolver y avanzar.

Por supuesto, los temas laborales nos convocan, así como la conectividad y el poder hacer llegar nuestros productos y bienes al mundo. Esto pasa por tener un puerto activo, desarrollado, eficiente, con costos que puedan ser accesibles para el exportador. También, en aquellos casos de productos que necesitan el aeropuerto de Montevideo, es importante tenerlo en cartera y darle seguimiento.

 

¿Cuál es el mensaje final que le daría a nuestros factores y potenciales inversores de Estados Unidos y del mundo?

Uruguay es un país absolutamente modelo, que ofrece certezas en cuanto a sus niveles de democracia y que tiene una calidad de vida para quien desea o piensa en venir y radicarse. Aquí realmente es un privilegio apostar por Uruguay. Apostar por Uruguay es apostar por el crecimiento. Realmente hay un buen entorno de negocios, y siempre van a encontrar un trabajo colaborativo, gremial y sectorial que les permitirá concretar y materializar sus necesidades. No hace falta seguir grandes escalas de comunicación para llegar a quien se desea: Uruguay es un lugar donde se puede incluso acceder al presidente de la República. Realmente es un lugar accesible, ameno y favorable para el inversor.